Una campaña construida por y para la gente conjunta por
Arizona Center for Economic Progress,
Arizona Center for Empowerment y One Arizona.
Los arizonenses saben que volver a la normalidad no es suficiente,
y la próxima recuperación de COVID-19 es una oportunidad increíble para reorganizar nuestra economía para que sea equitativa
y justo para cada uno de nosotros.
Durante 30 años, los legisladores han reducido los servicios públicos de Arizona hasta los huesos, sin tener en cuenta el impacto en las comunidades negras, morenas, indígenas y de clase trabajadora. Han otorgado exenciones de impuestos a los ricos y bien conectados mientras recortan el gasto en educación, salud y asistencia para la vivienda, legislando un sistema de negligencia flagrante para cualquier persona sin dinero o poder. La pandemia de COVID-19 ha agravado las heridas existentes y sistémicas en nuestras comunidades que requerirán una inversión real, atención a largo plazo y cuidados para sanar. Incluso en medio de una economía "normal" a lo largo de los años, los legisladores privaron a los arizonenses de más de $ 5 mil millones, y no podemos permitirnos volver a una normalidad que nunca nos funcionó.
Durante 30 años, los legisladores han reducido los servicios públicos de Arizona hasta ya no poder, sin tener en cuenta el impacto en las comunidades negras, morenas, indígenas y de la clase trabajadora. Han otorgado exenciones de impuestos a los ricos y bien conectados mientras recortaban los presupuestos en educación, salud y asistencia para la vivienda, legislando un sistema de negligencia flagrante para cualquier persona sin dinero o poder. La pandemia de COVID-19 ha agravado las heridas existentes y sistémicas en nuestras comunidades que requerirán una inversión real, atención a largo plazo y cuidados
para restablecerse. Incluso en medio de una economía "normal" a lo largo de los años, los legisladores privaron a los arizonenses de más de $5 mil millones y no podemos permitirnos volver a una normalidad que nunca funcionó para nosotros.
YA BASTA.
Ya es hora de aumentar nuestros recursos públicos y dirigirlos hacia estas prioridades de sentido común de los ciudadanos.
